La creación.
Primero fue la nada, luego el todo. El todo desplazó a la nada y finalmente se separó en dos y en infinito.
Una parte de bien, una parte de mal.
Una parte de vida, una parte de muerte.
Una parte de inteligencia, una parte de estupidez.
Una parte de cada cosa y su contra parte.
Y las partes se unieron, y el todo formó todo lo que tiene forma y todo lo que no la tiene. Aún lo hace, las partes se unen y se separan y nuevos seres y nuevas cosas forman el todo.
Con mucho de todo lo bueno y un poco de lo malo se formó lo que conocemos como Dios, Ala o como desees llamarle, nosotros le llamaremos Dios.
Con mucho de lo malo y un poco de lo bueno se formó al que llaman el maligno.
Pero la mayoría de las cosas ni siquiera tiene nombre y la mayoría de los nombres no expresan a lo que representan.
Entonces dios formó a los hombres.
Y el equilibrio tembló.
Entonces el maligno se unió a los hombres.
Y el equilibrio volvió.
Y los hombres tuvieron hijos, y ellos hijos, y olvidaron a dios como parte de ellos.
Y de los hombres surgieron otros seres, y algunos de esos seres olvidaron a dios y algunos olvidaron al maligno.
Las criaturas se reunieron en torno a los hombres, unos buscando el bien, otros al mal.
Pero algunos seres no se diluyeron y mantuvieron su esencia del todo, poderosos, inmortales, ¿Perfectos?, En ellos residió el equilibrio, y el equilibrio fue su meta, los neutrales, arbitrando la lucha de los dos y del todo.
Ellos han mantenido el equilibrio de las cosas, apoyando al bien a veces, apoyando al mal a veces.
Solo ellos saben la verdad, solo ellos velan por evitar que alguno de los poderes prevalezca y domine al otro hasta unírsele.
Hasta volver a formar el todo.
Y el todo desaparezca y de paso a la nada.
Y todo empiece de nuevo.
lunes, 20 de abril de 2009
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